viernes, 28 de diciembre de 2012

Eduardo Rubio ceramista- Murales







Eduardo Rubio - Ceramista
Mural







Eduardo Rubio - Ceramista
Mural



lunes, 24 de diciembre de 2012

Rosina Rubio - Ceramista


De la serie: Atando con hilitos.




Rosina Rubio
Cerámica
Cocción: oxidación 1040 grados, esmaltes, engobes y óxidos
Modelada a mano














Rosina Rubio













Rosina Rubio










Rosina Rubio




Fotografías: Juan Pablo Landarín

sábado, 22 de diciembre de 2012

Eduardo Rubio, ceramista 1926 - 2012



        Mi padre  Eduardo Rubio dedicó gran parte de su vida a la cerámica. Había nacido en 1926, en Buenos Aires, en un hogar de inmigrantes españoles, humildes pero con un verdadero valor de la cultura. De pequeño le encantaba dibujar y cuando yo era niña me contaba de algunos maestros que lo habían estimulado,  habían moldeado su fantasía, su creatividad (entre ellos recuerdo al maestro Pose, a quien le  guardaba un gran afecto y admiración). Durante su juventud, estudió Bellas Artes en Buenos Aires, en la “Escuela Manuel Belgrano”, en la “Escuela Pueyrredón” y luego en la “Escuela De la Cárcova”.

Fue discípulo de Lino Enea Spilimbergo, figura sobresaliente del movimiento moderno en Argentina, y se especializó en pintura mural en la academia de ese profesor, realizando junto a él, varios murales en edificios públicos y privados.

En 1956, recién casado con mi madre, Beatriz Magliati, el joven matrimonio se afincó en Montevideo y juntos crearon el Taller de Expresión Plástica de Montevideo, primer centro especializado en la docencia de artes para niños.

En sus primeros meses en la capital, Rubio tomó contacto con Carlos Páez Vilaró, con quien luego realizó varios murales (en Montevideo y Punta del Este). La pareja se integró a la vida del “Taller de Artesanos”. A partir de entonces, mi padre entabló amistad con Marco López Lomba, pionero de la cerámica en nuestro país., quien le mostró su forma de trabajar e inclusive le brindó generosamente la oportunidad de usar su taller, en los primeros tiempos. Como decía mi padre, él aprendió mirando.

En 1961, volviendo a su primera formación en la Argentina,  mi padre ocupó el cargo de profesor de técnicas de pintura mural en ENBA. En el Taller de Montevideo enseñó cerámica durante muchos años (además de pintura, grabado y mosaico)

Continuando con la cerámica, y ya en su taller propio, aprendió a preparar sus materiales, a diseñar y fabricar su propio equipo (mi padre se hizo su primer horno, que hasta el día de hoy funciona), siguiendo por mesas, batidoras, herramientas. Producía por placer y también como forma de sustento desde piezas utilitarias y para decoración, como pies de lámparas, vajillas, platos, murales.

Expuso en varias ocasiones en exposiciones individuales y colectivas (algunas de cerámica, otras de pintura),  en las galerías “Pozzi” y “Lirolay” (Argentina), en Punta del Este, Durazno, Paysandú, entre otros lugares. En Montevideo lo hizo en “Galería U”, “Galopar”, “Asociación Cristiana de Jóvenes”.

En mi infancia yo amaba ir a su taller y verlo trabajar, en el torno, probando esmaltes, esgrafiando. Lo acompañaba a ir a buscar la greda para agregarle a la pasta para hacerla más plástica.
En mi casa, los objetos de uso estaban hechos por mi padre: platos, vasos, cafeteras y tazas convivían con nosotros diariamente.

Mi padre me enseñó a amar la cerámica y la magia del fuego. Fue una persona intimista y hasta reservado, poco afecto a mostrarse, con una concepción casi de otra época, casi reacio a promocionar su trabajo pero con una gran capacidad de disfrute.
Muchas veces me mostraba emocionado una pieza que salía del horno, un invento de texturas diversas, pruebas de nuevos esmaltes. Nunca lo ví ansioso por una horneada: aceptaba que la cerámica exige una espera y la disfrutaba. Mientras la pieza que estaba haciendo se secaba, o estaba en el horno, él inventaba otra cosa.





En estos platos comíamos mis hermanos y yo.







Jarra y vasos, esmalte esgrafiado


Florero, esmalte esgrafiado.



                                                      foto: Alexandrra Novoa





Eduardo Rubio
Cerámica 1040 grados, oxidación 
Florero, esmalte esgrafiado



Mural 1970
Eduardo Rubio




                                                  Foto: Juan Pablo Landarín

Este ángel tenía la función de campana. 
La hizo para mí cuando yo era chica y aun rota, la conservo con cariño.

Estas son algunas de las piezas que me acompañaron en mi infancia y que me marcaron en mi destino como ceramista.


El 3 er Encuentro de Ceramistas en Colonia

Terminando el año, me quedó en el tintero la reseña del 3 er Encuentro de Ceramistas, que este año tuvo lugar en Colonia del Sacramento, en el mes de setiembre.
Durante tres días se realizaron talleres, exposiciones y charlas audiovisuales de ceramistas de nuestro país, Argentina y Brasil.
El objetivo de este evento, fue producir el encuentro para conocerse e intercambiar conocimientos y experiencias, entre todas aquellas personas que se sienten identificadas con la cerámica.


Encuentro de ceramistas en Colonia


Tuve la oportunidad de participar en el taller de Celia Flud, que trabajó con pastas de colores.





Celia explicando el proceso.



Pieza realizada por Celia Flud con pastas coloreadas.



Parte de mis experiencias en el taller de Celia Flud







Participé en  Ensamblajes Alfareros propuestos por Martín Iribarren, Luciana Rodríguez y Alvaro Borrazás.






Alvaro Borrazás en plena tarea.



Martín Iribarren, torneó sin parar para el Taller de Ensamblajes
















                                              Foto Martín Williams










                                                   




Detalle ensamblaje - Rosina Rubio




Mi amigo Kike Guy, construyendo su ensamblaje



El ensamblaje de Kike terminado, pintado con engobes.



Visité dos talleres de serigrafía: el de Gloria Rodríguez y de Luiza Christ ceramistas amigas, que enseñaron diferentes procesos, brindando a los participantes toda su experiencia.








Pieza realizada por Gloria Rodriguez





Taller de serigrafía de Gloria
















Julieta creando su calco 












Pieza realizada por Luiza Christ







Taller de serigrafía de Luiza 


Pude ver los resultados de los talleres de Carlos Barrientos y Carlos Arigón, ceramistas amigos.







Taller de horno de pruebas de Carlos Barrientos










Seminario de creatividad de Carlos Arigón









Disfruté de ver tornear a  Im Kyong Woo, un verdadero maestro alfarero, que dió explicaciones también sobre la construcción de un horno anagama












Im Kyong Woo y Kike Guy

Se sucedieron muchos otros talleres y actividades, con muy buen nivel de participación.

Junto a un grupo de compañeros, conocimos el Taller de Ariel Chape, que nos contó su historia, nos mostró sus procesos de trabajo, sus herramientas. Fue un verdadero placer.


Ariel Chape en su taller



Las conocidas baldosas de Ariel.



Ariel explica el uso de una prensa hidráulica.



Pigmentos y pinceles en el taller de Ariel 


Me reencontré con amigos, colegas, conocí a otros, compartimos buenos momentos.







Con compañeros uruguayos, argentinos y brasileños.




Buenos momentos con amigos ceramistas.





 Además de lo referido a la cerámica fue un placer recorrer Colonia que es una hermosa ciudad.




Gracias a los organizadores por el Encuentro.